Su interés por profundizar en el reconocimiento de esas relaciones de una manera sustancial, al margen de detalles anecdóticos o aspectos narrativos, hace que lleve a cabo un ejercicio de va- ciamiento de las fotografías en las que se inspira, desnudando visualmente sus motivos, lo que permite considerar su proceder como una suerte de des-pintura (por emplear este expresivo tér- mino puesto en circulación por Perejaume) que algo recuerda a muchas de las composiciones sintéticas, espaciales, de Vieira da Silva (1908-1992). Buena parte de las superficies de sus cua- dros las consigue eliminando los pigmentos que previamente ha aplicado, en una permanente operación de adición/sustracción mediante la que trata de desvelar la clave dinámica y relacio- nal de las situaciones que obtiene de las fotos; de ahí la rica gama de matices y texturas que apa- recen en sus telas.
Pintar lo invisible, como es su propósito, pasa por ir descubriéndolo trabajosamente, sin una idea prestablecida del resultado final. Descubrimiento que atiende a lo que le ofrece la imagen (la de partida y la que sucesivamente va surgiendo sobre el lienzo), con un modo de proceder absolu- tamente intuitivo.
El audiovisual que acompaña a sus pinturas en esta exposición quiere mostrar, a través de las on- dulaciones del agua, ese espacio que rodea a los cuerpos y que en el medio acuático se hace per- ceptible. Un campo de experimentación, y de desvelamiento, que brinda al visitante, ya desde la entrada, una clave para entender los intereses de este joven artista.
Víctor Zarza
Comisario