Un sistema de símbolos y formas artísticas de engañar al poder constituido para poder creer, para tener culto comunitario y rituales propios que generaron los esclavos africanos en los territorios americanos. En definitiva, una manera de tener esperanza que generó toda una imaginería artística complicada y oscura para los profanos, pero clara para los creyentes.
En Cuba, los orixàs, o dioses principales, se escondieron mayoritariamente detrás de las imágenes católicas. En Brasil, para evitar rebeliones por la venta y dispersión de etnias y familias, se permitió que los domingos se reunieran para bailar y cantar en sus batucas, que eran celebraciones religiosas de los diversos ritos africanos, como Candomblé, Vudú, Umbanda, Santería, Palo Monte, etc.
Contrastamos, en este pequeño ejemplo expositivo, la visión de los mismos creyentes con la interpretación que de estos símbolos e imágenes han realizado otras visiones culturales. Las obras de Mederos, Adenor Gondim o Mendive, artistas creyentes de Cuba y Brasil, se complementa con la de los pintores valencianos Uiso Alemany y Morea; o la de Angela Mie Okinaka, diseñadora de joyas nipona-brasileña que ha realizado las suyas en contacto directo con estos ritos y sus creaciones artísticas. Ejemplos para entender el sincretismo religioso, es decir, esta ocultación o transmutación de un símbolo perteneciente a un culto escondido en otro.