El título de la exposición alude —irónicamente— a la famosa canción que los Platters grabaron en 1955, porque la exposición del fotógrafo paulista también versa sobre el amor. O, hablando más concretamente, sobre lo que sucede con el amor en las relaciones de pareja.

Pero todo lo que en la canción del conjunto vocal americano es almibarado y aparatosamente romántico se transforma aquí en esquematismo geométrico. Un esquematismo capaz de traducir fotográficamente la infinita distancia emocional que puede existir entre dos cuerpos concomitantes, física y sentimentalmente.

A lo largo de tres años, Leonardo Kossoy fotografió en su estudio a la misma pareja de actores —Gilda Nomacce y Germano Melo—, ambos siempre desnudos y en situaciones convenientemente dramatizadas. Pero lejos del alto voltaje erótico esperable en una situación semejante, las fotografías de Kossoy ofrecen un retrato especialmente crudo de la vida en pareja; a pesar de que la desnudez de los protagonistas pueda despertar el interés inicial del espectador o que la esmerada iluminación de las escenas y la exquisita sensibilidad de las composiciones escenográficas resulten igualmente atractivas.

Tanto da. La relación —la forzada convivencia en el interior de un mismo encuadre— entre los dos cuerpos de las fotografías del Only you de Kossoy, resulta siempre incómoda.

A través de las 44 fotografías, el videowall y la proyección que ahora se exponen en el MuVIM, Kossoy articula una narrativa llena de miradas que no se cruzan, gestos de indiferencia mutua, pasos que se alejan y forzados escorzos que intentan evitar el contacto con el otro. Porque cuando los cuerpos finalmente se encuentran, siempre lo hacen encajonados o en cualesquiera otras situaciones que sugieren molestia en lugar de serenidad. Y todavía menos la felicidad o la plenitud anunciadas por los Platters.

Todo ello —la disposición arquitectónica de los cuerpos, los encuadres inopinados, las posturas forzadas, la ausencia de profundidad— le sirve a Kossoy para denunciar la falta de comunicación en el mundo contemporáneo: un hervidero de relaciones átonas, desvaídas y estereotipadas que acaban desembocando en un desasosiego que las imágenes del fotógrafo brasileño tornan particularmente elocuente.