Las fotografías, dibujos, pequeñas esculturas y urnas que habitan esta muestra no son solo obras, son guardianes de los recuerdos, testimonios de un diálogo íntimo con el tiempo, con el mar que susurra desde lo profundo, y con la naturaleza que siempre vuelve. Objetos fetiche, nidos y espacios que evocan protección y arraigo, se convierten en pequeñas piezas que encarnan la fragilidad del ser y transforman lo cotidiano en arte. Cada pieza es testigo de un ciclo creativo en constante transformación, en el que la imperfección se convierte en refugio frente a lo efímero, y crear es un acto de reconstrucción y resiliencia, en un proceso continuo de hacer y deshacer.
Teresa Chàfer no solo rinde homenaje a los recuerdos y las huellas que dejamos, sino también al acto de crear como una forma de amor y de conexión con el mundo. Bressols d’aigua de pluja es, en esencia, un regreso a la naturaleza, a lo artesanal, a la belleza de lo inacabado. Un espacio donde la nostalgia se convierte en creación y la creación, en memoria. Donde lo efímero se encuentra con lo eterno, y la memoria se diluye y se reconfigura, invitándonos a detenernos y a contemplar los pequeños detalles que construyen nuestro ser. Una exposición para aquellos que desean sumergirse en la evocación y encontrar en ella su propio reflejo.
Sara Vilar Garcia
Universitat Politècnica de València