Sin feminismo no hay revolución, pero ha habido demasiadas revoluciones sin feminismo. Tal vez esta sea la causa de que las revoluciones hayan devorado siempre a sus propios hijos, que no han querido ni sabido contar con las voces y la experiencia de la mitad del género humano. Sin conocer y debatir la visión feminista del ser humano, no se puede hacer una transformación social profunda, capaz de cambiar el rumbo desbocado de esta crisis global. Es necesario que quienes luchan por cambios radicales incorporen la idea de que el patriarcado y sus instituciones son una auténtica escuela de desigualdad humana. La idea de que sin la transformación de las mentalidades y la vida cotidiana no es posible cambiar la organización social del estado.
Ana de Miguel (Santander, 1961) es profesora Titular de Filosofía Moral y Política en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Una de las contribuciones básicas de su pensamiento consiste en la reconstrucción de una genealogía feminista. Dirige el curso de Historia de la Teoría feminista, impartido desde 1992 por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Universidad Complutense de Madrid y dirigido previamente por Celia Amorós. Algunos de sus libros son Cómo leer a John Stuart Mill, Alejandra Kollontai y Neoliberalismo sexual. El mito de la libre elección. También, como editora junto a Celia Amorós, de Teoría feminista. De la Ilustración a la globalización (3 vols.).
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