11/11/2019
Nadie mejor que él supo ganarse el afecto y la amistad de los políticos y eclesiásticos más influyentes de su época, factor que favoreció su promoción personal y el control, sobre todo alrededor de 1770, de los círculos de poder relacionados con la política cultural de Carlos III de Borbón.
A los 83 años murió en Valencia, habiendo legado una muy importante colección bibliográfica a la Universitat de València — compuesta por más de 20.000 volúmenes y unos 200 incunables— y poseedor de muchos honores: archidiácono de la Catedral de Valencia, Bibliotecario Mayor del rey y académico de honor de San Petersburgo, entre otros. En reconocimiento por su donación, la Biblioteca Histórica le ha dado su nombre a una de sus Salas.