Lo que muestra la pantalla es tan solo un lado de todo lo que ocurre en una computadora. Una acotación comprensible, una pequeña muestra, sintetizada. Conectamos nodos, codificamos, cortamos, pegamos, invocamos, suprimimos y ocultamos, mostramos. Algo emerge, y lo enlazamos creando nuevas cosas, haciéndolas nacer, las acotamos para poder nombrarlas. Las desatamos del proceso para poder clasificarlas, destacarlas y las mantenemos aisladas, bien definidas, momentáneamente organizadas, precisamente para poder continuar tejiendo la red.
Una red con la que pescar, una pesca que termina formando parte de esa misma red. Un generador de imágenes. Inevitablemente continuamos hirviendo, sin pausa. A nivel subatómico también el mundo hierve, y emergen átomos estables, moléculas, materia, energía, el mundo real. Así lo nombramos. Tal vez el mundo sea así, tal vez nuestro mundo sea un reflejo de nuestro pensamiento, tal vez el mundo sea otra cosa y así lo percibimos, limitados, condicionados por nuestra manera de pensarlo.
Ideas que conforman nuestro mundo, y un mundo que condiciona nuestras ideas. Reflejándose mutuamente. La mente es un todo hirviendo, destilándose a si mismo hacia un nuevo estado. Cristales. Pequeños destellos solidificados donde hacemos pie, para seguir estirando, para recordar, para seguir creando. Establecemos la memoria como una sucesión de momentos quietos pero nada se detiene. Todo es Transición de fase, interacción, metamorfosis, puro proceso. Pensar en cómo pensamos es alejarse, ampliar el campo visual para ver lo que queda fuera del escenario :un burbujeo de imágenes yuxtapuestas, complementarias, un código secreto nos permite traducir lo que acotamos en pantalla.
El resultado visible es tan solo un cerrar campo para extraer algo en claro. Hay algo verdaderamente Real en el proceso, algo que intuimos pues sentimos sus efectos. Lo real gobernando todo y nosotros surfeando la existencia. Un juego de espejos entre distintos niveles. No hay mucho más, ni falta que hace. La vida es maravillosa, el mundo fascinante.
